Esta es la pregunta que mas se hacen mis clientes que son inmigrantes, y es que es una pregunta bastante difícil de responder, probablemente mas difícil que el decidir emigrar. Y es que generalmente cuando nos decidimos a emigrar, existe una sensación de aventura y de expectativa muy alta, la adrenalina nos ayuda bastante a poder añorar ese sueno que por tanto tiempo hemos tenido, hacemos hasta lo imposible para ahorrar el dinero necesario, cotizar escuelas, buscar trabajo en el nuevo país, lo que sea para poder lograr ir a vivir a ese lugar que con el cual hemos estado fantaseando.
Y cuando por fin lo logramos, ya llegamos a nuestro destino tan anhelado, empezamos con cosas básicas para empezar a “existir” en el nuevo país, como encontrar trabajo, encontrar donde vivir, abrir cuentas bancarias, aprender a usar el transporte público, etc. Y todo eso puede ser muy emocionante, además de que probablemente podemos estar fascinados conociendo la nueva ciudad, turisteando en lo que va a ser nuestro hogar por algún tiempo, en fin, esa emoción sigue.
Y ya cuando por fin lo logramos y ya estamos en ese nuevo lugar, la realidad se manifiesta de una forma nada sutil. Hay una frase que uso mucho con mis clientes para este tipo de casos: “Así como es de grande la fantasía, puede ser el golpe”.
Por que cuando el encanto va menguando, cuando empezamos a vivir la real experiencia de ser inmigrante, puede llegar a ser muy confrontativo: puede ser que se nos complique encontrar trabajo y darnos cuenta que la opción es hacer trabajos que no teníamos considerados (cleaner, cocina, etc), vemos realmente cual es el precio de vivir en la ciudad que elegimos, empezamos a extrañar a nuestra familia, a lo “fácil” que probablemente era la vida en nuestro país de origen, a lo mejor experimentamos racismo en nuestro lugar de trabajo, en fin…tantos retos que nos encontramos que no terminaría de escribirlos.
Es aquí cuando las razones que teníamos para migrar se ponen a prueba, por que pueden pasar dos cosas: que tomemos estos retos como parte de lo que tenemos que vivir por alcanzar nuestro objetivo, o, que nos cuestionemos los objetivos que teníamos al principio y preguntarnos qué hacemos aquí.
Si estas en esta ultima situación, te quiero compartir algunos puntos que pueden ayudarte a tomar una decisión:
La decisión de migrar es extremadamente personal, solo tu puedes decidir si quedarte o regresarte, no por que todos tus conocidos o inclusive tu familia te motiva a que no te regreses a tu país vas a tomar esta decisión. Es tan común en mis clientes que me dicen que todo el mundo les dice que se queden, generando conflicto en ellos, haciéndoles sentir culpables de querer regresarse. Recuerda, ellos no están viviendo tu vida, no saben lo que estas pasando, solo tu tienes el derecho de tomar esta decisión.
Replantea tus razones por las cuales migraste, valóralas, cuestiónalas, valídalas o modifícalas, estando ya en el país que escogiste a lo mejor estas razones ya no son tan poderosas, a lo mejor el país que elegiste no es el indicado para lo que buscas. A lo mejor estas encontrando alguna otra razón que puede ayudar a motivarte para quedarte. Es válido cambiar de opinión.
No tomes decisiones apresuradas, si bien a nadie nos gusta sentirnos frustrados o desilusionados, es una verdad de que muchas veces después de la tormenta viene la calma. Date un periodo de prueba para decidir si te regresas o no, ponte objetivos pequeños para que vayas midiendo el éxito que estas teniendo y así tener mas bases para decidir, por ejemplo: cuando termine mi diplomado, en tanto tiempo debo encontrar un trabajo de mi área, cuando junte cierta cantidad de dinero, etc. Objetivos pequeños que te ayuden a ir alcanzando los objetivos grandes. Anótalos para que los tengas claros y puedas ir valorando tu decisión.
Cuida mucho tu salud mental, por que durante los primeros años después de que uno migra, son los mas fuertes e intensos. Si no puedes acceder a un profesional de la salud mental por cuestiones de dinero o tiempo, busca recursos en las asociaciones que apoyan a los migrantes, varios gobiernos tienen sites en donde proveen links de ayuda gratuita. Asegúrate de tener un momento para ti y solo para ti, haz ejercicio, practica mindfulness, haz algún voluntariado, ve a la iglesia, únete a un grupo de lectura, lo que te sirva para que puedas encontrar esa paz contigo mismo, aunque sea por un momento. Y junto con la salud mental, va de la mano la salud física, aliméntate sanamente, toma tus medicamentos, realízate un check up médico (¿sabías que la falta de hierro puede provocar depresión?). Mientras mas estable puedas estar en estos aspectos, la decisión de regresarte o no fluirá más fácil.
Construye tu red de apoyo, por que es definitivo que el contar con amigos (que al final se vuelven familia) ayuda a que podamos seguir adelante con nuestros objetivos. Este es un camino que no necesariamente lo tienes que pasar solo, el compartir experiencias también ayuda a valorar lo que tenemos y a reenfocar nuestro esfuerzo. Busca grupos en Meet Up o en las redes sociales, hay varias opciones en donde migrantes pueden tener la oportunidad de crear amistades, con gente de tu trabajo, de tu comunidad (el hacer voluntariado es una excelente forma de relacionarse), etc.
Por último, migrar no es para todos, y desgraciadamente muchos se dan cuenta hasta cuando ya estan en otro país. Y esto no debe ser motivo de vergüenza, es mejor ser honesto contigo mismo desde un principio, a tratar de perpetuar algo que solo estará dañando tu salud mental. Como escribí en un principio, nadie sabe por lo que estas viviendo, así que solo tu puedes tomar esta decisión.
Y como ultima reflexión, te invito a que consideres esto: el que te regreses no quiere decir que nunca jamás en la vida vas a volver a intentarlo. Dato curioso, mucha gente que ya vivió en otro país, busca estarse moviendo de nuevo a otro país por la adrenalina que produce el experimentar cosas nuevas y por qué lo difícil fue la primera vez, después definitivamente es más fácil. Puede ser que este no era tu momento para migrar, puede ser que necesitabas esta experiencia para valorar lo que tienes y aprender lo que hacia falta para tu siguiente aventura, la cual puede ser en tu país o en otro lado. Solo mantente fiel a ti, a tus objetivos y sentimientos, que nadie mas está viviendo por ti.